Es el periodo artístico que surgió a finales de la Edad Media en Europa. Su principal característica es el interés por imitar y aprender el arte de Roma y Grecia. Todo esto envuelto en un marco y contexto de estabilidad política y una creciente prosperidad económica y tecnológica.
En lo relativo al arte visual, los artistas del renacimiento interactuaban fundamentalmente con el mundo que les rodeaba. Durante las primeras décadas del siglo XV, en Florencia (Italia) se apreció de manera muy notable y clara, con respecto a otros lugares, el nacimiento de las ideas artísticas del renacimiento.
En el corazón de Florencia surgieron nuevos modos de interpretar, percibir y traducir la realidad de las cosas y de la naturaleza al lenguaje del arte.
El deseo de comprender el mundo natural que les rodea en sus muy diversas manifestaciones, tuvo como consecuencia la propagación de las ideas renacentistas por toda Europa, con gran rapidez.
Algunos de los grandes artistas del siglo XVI como Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Tiziano o Rafael, se inspiraron de los artistas del siglo XV como pueden ser Donatello, Filippo Brunelleschi o Masaccio. Cada Artista mediante el aprendizaje del oficio, la imitación y las diferentes perspectivas sobre la estética de la naturaleza de las artes visuales, éstos perfeccionaban su técnica y trataban de buscar su propia voz y personalidad.
El Renacimiento no supuso únicamente el redescubrimiento del pasado clásico, sino que al mismo tiempo también creó una visión que modeló gran parte de la historia del arte a partir de entonces, ya que resultó ser el punto de partida a través del cual las personas empezaron a identificar y a diferenciar cuadros o edificios pertenecientes a distintos artistas, tal y como hoy en día hacemos.